POLÍTICAS EDUCATIVAS: DETERMINANTES EN LA FORMACIÓN HUMANA Y EN LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN COLOMBIANA 


RESUMEN:

El presente artículo pretende demostrar cómo las Políticas Educativas son determinantes en la formación de cualquier ciudadano colombiano y en la calidad de la educación, de ahí tan importante el papel que debe cumplir toda comunidad educativa, ya que es ella la que vela por el bienestar de los aprendices y protege los intereses de sus conciudadanos en aras de lograr una transformación al interior de esta por medio de la educación y ello debe reflejarse en la visión, la misión, la filosofía y las políticas de cualquier Institución Educativa, bajo las cuales se rige un buen funcionamiento. Por tal razón, el desarrollo de cualquier Institución Educativa depende de la buena gestión que emprendan tanto la comunidad educativa como los órganos de control que constituyen el Gobierno escolar.

Palabras clave: políticas educativas, formación humana, calidad de la educación.

A lo largo de la historia las sociedades reinantes han establecido su poder de una y otra forma con tal de mantener su hegemonía, para ello se han valido de múltiples argucias que están muy distantes de todo compromiso ético, lo cual les ha significado determinar por su propia cuenta decisiones que sólo ellos finalmente toman por el resto de los demás países, porque según “la actual situación de dependencia, de opresión y de despojo en que viven las grandes mayorías de nuestros pueblos.” han hecho que ciertas sociedades de América Latina estén subordinadas.

 Por tal razón, eso ha permitido que muchos países colonizados se rindan ante sus pies para hacer lo que éstas sociedades quieren que nosotros hagamos, ya que “el mundo industrializado prescribe la organización económica y social” (MARTÍNEZ, 2003: 15), por eso poco importa lo que nuestros hermanos piensen, porque más bien tiene cabida lo que nuestros superiores asuman como propio, ello implica asumir todo tipo de propuestas que están infundadas en el capitalismo, que es el soporte de todas las políticas estatales.

Dentro de esas políticas estatales cabe señalar que hemos tenido que adoptar ciertos marcos trasnacionales, que están determinados en sus propias necesidades y no en las nuestras y me refiero por ejemplo a los estándares educativos, los cuales son impuestos para que supeditemos nuestras labores educativas a esas convenciones donde se restringe nuestra capacidad heurística para hacer que se ciñan bajo las mismas, por lo tanto no es bueno, porque los contextos en los que ellos y nosotros crecemos y nos desarrollamos son totalmente diferentes, de eso no cabe duda. Frente a esto Jesús Martín Barbero considera que: “el sistema educativo en la mayoría de nuestros países vive una crisis de desubicación profunda en relación con lo que están viviendo nuestras sociedades…” (BARBERO, 2009: 08)

Por lo anterior, las sociedades reinantes buscan que se dé en la aldea global una homogenización, la cual se logra según Miguel Ángel Pérez Gómez a través del “currículo escolar dominante que en consecuencia ha ignorado las peculiaridades y diferencias del desarrollo individual y cultural, imponiendo la adquisición homogénea, la mayoría de las veces sin sentido, de los contenidos considerados perennes de una cultura, sino que también olvida o desprecia, por lo general, los procesos, contradicciones y conflictos en la historia del pensar y del hacer, y restringe el objeto de enseñanza al conocimiento, desatendiendo así el amplio territorio de las intuiciones, emociones y sensibilidades.”, por eso nos imponen estándares, nos proporcionan modelos educativos para que adoptemos, nos dicen cómo quieren que pensemos y nos hacen actuar a su manera, porque lastimosamente los países del tercer mundo viven a la espera de migajas para contribuir a su desarrollo.

Aquí es importante señalar que el estado según Jesús Martín Barbero “…está cada vez más moldeado por las decisiones del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial para las negociaciones con sus pueblos.” (BARBERO, 2009: 03), lo cual implica que: “…el estado ya no tiene capacidad de regular porque le fue quitada por estos organismos internacionales, la capacidad de decisión de nuestros estados es muy relativa” (BARBERO, 2009: 03)

Este es el caso de muchos países suramericanos pero principalmente el de Brasil sobre el que José Antonio Fernández ha señalado lo siguiente “las reformas educativas de los varios Estados se inspiran en los paradigmas de la gestión eficiente y en los indicadores de calidad de las buenas escuelas. El Banco Mundial y sus múltiples expertos tienen sin duda una mayor influencia real que FREIRE en el cambio educativo de Brasil.”

Así de esta manera, en el caso de Colombia, la deuda externa ha determinado el curso de muchas cosas una de ellas es la educación, ésta se ha visto afectada en el sentido que no invierten lo suficiente por dos razones: la primera de ellas, es por la misma deuda y la segunda porque se destina un mayor presupuesto para la guerra, el cual está estimado en 5.1% del producto interno bruto (PIB) mientras que para la educación en un 1%, en vista de la primera razón es que se han adoptado políticas como es el caso de los recortes de transferencias a las entidades territoriales, esta política tiene como fin disminuir los recursos del funcionamiento de cada institución. Por lo tanto, las instituciones educativas sólo podrán recibir recursos de acuerdo con el número de estudiantes.

En ese sentido, dichos recortes de un tiempo para acá se han vuelto objeto de discusión, lo que ha hecho que a la sombra de este, se propaguen discursos antitransferencias, ya que esta política propuesta sigue afectando las prácticas actuales de la escuela colombiana, pues les resulta conveniente que los maestros trabajen más y ganen menos, y eso es cuestionable en cualquier lugar del mundo.

Al respecto, Miguel Ángel Zabalza al citar a Knight en su estudio “Ser profesor universitario hoy” estima conveniente que: “Es imprescindible que (las personas que ejercen la docencia universitaria) estén satisfechas con sus niveles salariales, las perspectivas de promoción y el tratamiento, por el reto intelectual de la investigación, el placer de la enseñanza y la calidad emocional de las comunidades de práctica en las que trabajan”. (KNIGHT, 2005: 23).

A su vez el Estado quiere que la escuela se convierta no en un centro de formación humanístico sino en un centro del saber hacer, y que contrastado con lo que planteaba el expresidente Uribe en el documento “Bases para la Discusión de una Política de Estado” sobre la educación, donde aseguraba que: “la capacitación técnica para el trabajo productivo es una de las soluciones al problema del desempleo, reflejado actualmente en la marginalidad, la exclusión y el desplazamiento forzoso de la población”. “daremos prioridad a las acciones educativas que sirvan para adiestrar a la población en técnicas, artes, oficios y destrezas que la reivindique ante la sociedad y la reinserte al desarrollo del país” (URIBE, 2002: 88)

Pero tal propósito no llega a una transformación productiva, porque la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) considera que para que se cumpla se requiere de: “una reforma amplia de los sistemas educativos y de capacitación de la región” (BANCO MUNDIAL, 1992)

Cabe señalar que con esto se está considerando a la educación como una empresa y como empresa tienen que tener autonomía e implantar las competencias -término que durante los últimos tiempos ha cobrado mayor auge en la educación colombiana- bajo las técnicas para que quienes se formen no piensen y así no puedan llegar a la construcción de razonamientos más elevados y elaborados ni mucho menos lleguen a construir un pensamiento crítico y reflexivo en vista de las circunstancias que se puedan estar presentando en un momento dado por la implementación de alguna medida estatal, porque si lo hacen saben que tendrán serios problemas.

De ahí que una de las medidas que supuestamente ayudan a que esto se cristalice tenga que ver indiscutiblemente con el Plan Decenal de Educación, política que se empeñaba en buscar “mantener al pueblo colombiano sumido en lo productividad, para ello se han planeado políticas educativas neoliberales que terminan afectando el ámbito académico en la medida en que se han centrado en: “conseguir más racionalización, más reorganización, más ajuste, más focalización, más evaluación, más descentralización sin recursos” (RODRÍGUEZ, 2003. 117)

Por lo anterior, es que se termina afectando la calidad del servicio educativo estatal, llegando incluso sin quererlo, a subestimar la educación pública, y si esto sigue pasando terminará imponiéndose la educación privada, porque “adelantan una política de desestructuración de la totalidad del sistema de educación pública, con la que desaparece la noción de educación como derecho y saca a flote la educación como servicio.”(ARROYAVE, 2006: 26) De esta manera la educación privada le quitará a algunas personas interesadas, la posibilidad de estudiar una carrera universitaria y a partir de ahí no se seguirá originando más desarrollo, lo que hará que nos encontremos lejos de abandonar ese subdesarrollo que por décadas nos ha perseguido.

En ese sentido, la revolución educativa ha estado determinando la educación colombiana, porque esta avanza hacia la cobertura, la calidad, la pertinencia laboral y la capacitación técnica e investigación científica, debido a que se quiere que las personas se contagien de ciencia, cultura y deporte pero tal fin, no ha contado con suficientes recursos como para que se pudiera gozar de eso que se pretendía impregnar en cada ser humano.

Algo semejante ocurre con uno de los planteamientos que el expresidente Uribe señalaba en el documento “Bases para la Educación de una Política de Estado sobre la Educación”, tan solo un ejemplo: la educación: “es la medida más eficaz para mejorar la distribución del ingreso. Con educación de calidad se evita la condena a ser pobre por herencia y se abren canales de movilidad social. A mayor y mejor educación disminuyen las diferencias salariales, aumenta la productividad y mejoran los ingresos de las personas.” (URIBE, 2002: 88)

Asimismo se puede inferir que la visión que tenía por aquel entonces el expresidente Uribe sobre educación, era una visión totalmente polarizada en lo empresarial, ésta se reafirma con las nuevas reglamentaciones legales entre ellas la ley 715 de 2001, la cual plantea diversas falacias que hacen alusión a las transferencias de recortes presupuestales y se infiere que la administración de las instituciones educativas tendrán que volverse totalmente autosostenibles si quieren pervivir en el tiempo.

A su vez, se ven abocadas a cumplir con lo señalado por el Estado así no se cumplan con las metas establecidas en el Proyecto Educativo Institucional (P.E.I.), el cual según el artículo 19 de la Ley 115 de 1994, contempla que: “es de completa obligatoriedad que cada institución educativa tenga a su disposición el P.E.I”, por eso no se puede desconocer la labor de la comunidad o de lo contrario todos sus planes decaerán, ante esto es imprescindible aunar esfuerzos y asumir sinergias en aras de contribuir al buen funcionamiento de toda institución, porque en la medida en que todos participen, podrán generar todo tipo de propuestas e incluso planes de acción.

Lo que indica que todos estos ordenamientos del Estado antes que regular el funcionamiento de cualquier institución educativa establece normas para modelar el funcionamiento de una forma ejemplar y obstaculizar la autonomía que como Institución Educativa deben tener, porque no permiten disponer de más recursos y proponer planes de acción que contrarresten ciertas medidas legales y contribuyan al desarrollo de una comunidad educativa y de una sociedad, de todas formas no faltan al interior de las Instituciones Educativas, profesionales de la educación que se muestren en desacuerdo y terminan oponiéndose a lo establecido por el sistema educativo para generar todo tipo de propuestas, aún cuando éstas no resulten siendo las más convenientes.

De esta manera será como se determinarán las relaciones en y fuera de ésta desde los órganos que lo integran a saber: Consejo directivo, Consejo académico y Rector como lo indica la Ley General de Educación, en su artículo 20 y a partir de éstos órganos adoptar medidas que orienten la labor académica, pedagógica y disciplinar o cualquier otro tipo de decisiones asumidas por el representante legal del establecimiento ante las autoridades educativas, como de aquellas que devengan del mismo gobierno escolar para su ejecución.

Por tal razón, el desarrollo de cualquier institución educativa está mediado tanto por los órganos de control que constituyen el Gobierno escolar como por la comunidad educativa, los cuales deberán ser capaces de asumir retos, gestionar, emprender y proponer un mejor desarrollo educativo y por ende lograr una calidad de vida, ya que ésta para el Ministerio de Educación Nacional es “una entidad social con sentido de pertenencia, capaz de formular participativamente propósitos relacionados con el desarrollo de sujetos, es decir: con la apropiación crítica y la transformación de los códigos de la cultura.” (M.E.N, 2003).

Finalmente, las políticas educativas se convierten en una estrategia de compra y venta de la educación que determina la formación de los estudiantes y también la calidad de la educación colombiana, por eso estimo construir entre todos los actores sociales de la educación una propuesta educativa basada en la sabiduría pedagógica, ya que algunas teorías nos enfocan hacia la transversalidad como por ejemplo las tesis de Paulo Freire, que son las que nos liberan de la opresión y nos conducen a albergar una esperanza duradera, sólo así es como se ha de derrumbar los muros de la intransigencia impositiva de los gobiernos de turno.


Por: Willian Geovany Rodríguez Gutiérrez
Magíster en Educación
Especialista en Pedagogía
Licenciado en Lengua Castellana


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: 

Arroyave Arango, Raúl. El impacto al recorte de las transferencias territoriales en la situación salarial y prestacional de los maestros colombianos. En: Revista educación y cultura. N. 73. XI. P. 17-36.

Barbero, Jesús Martín. Conferencia: “La Universidad vive hoy en el mundo una relación esquizofrénica con la sociedad”. En el XIII Encuentro de FELAFACS, Habana.

Díaz Barriga, Ángel. Ponencia: evaluar lo académico, organismos internacionales, nuevas reglas y desafíos. Universidad Pedagógica Nacional.

Díaz Navarro, Wilmar. Autonomía o neoliberalismo análisis decreto 1290. En: http://www.fernandoforerocruz.net/LECTURAS/AUTONOMIA%20O%20LEBRALISMO%20analisis%20decreto%201290.pdf

El Proyecto Educativo Institucional. En: Guía para la construcción de planes operativos por parte de las comunidades educativas. Ministerio de Educación Nacional. 1996. Documento de circulación interna.

Fernández, José Antonio. La intrahistoria de un pensamiento imperfecto. En: Revista de Ciencias Sociales y Humanidades.

Martínez Boom, Alberto. 2003. La educación en América Latina: de políticas expansivas a estrategias competitivas. En: Revista colombiana de educación. N. 44. Junio. P. 12-39.

Pérez, Ángel. La construcción de un sujeto en la era global. Revista Opciones Pedagógicas. N. 29. Bogotá, Universidad Distrital.

Rodríguez Céspedes, Abel. Un análisis de la revolución educativa. En: Revista colombiana de educación. N. 44. Junio. P. 82-119.

Uribe, Álvaro. Bases para la Educación de una Política de Estado sobre la Educación.

Zabalza, Miguel Ángel. Ser profesor universitario hoy. Revista La Cuestión Universitaria. Madrid.

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